Nos puede suceder que la costumbre,la rutina,las distracciones,el interéspor lo que viven otros,las preocupaciones por lo que tenemos pendiente o por lo que nos puede suceder,el exceso de trabajo y responsabilidades,la carrera acelerada por alcanzar el éxito y el reconocimiento de los demás,nos hagan olvidar la importancia que tiene para nuestro bienestar,aprender a reconocer,valorar y disfrutar las pequeñas cosas buenas de la vida.
Lo que en realidad le da calidad a nuestros días es tener tiempo para conversar sin prisa,para reunirte y compartir con tus personas queridas y reconocer la importancia de su presencia en tu vida,detenerte unos minutos para contemplar un paisaje,una puesta o una salida de sol para practicar un hobby o tu deporte preferido,poder detenerte y disfrutar un buen momento de silencio,de unos minutos de meditación y reflexión,de caminar al aire libre,leer un buen libro,conectarte de nuevo con los gratos momentos,apreciar la magia implicíta en la ayuda que te presta un desconocido o en la solución que aparece ante un problema,en la calma y la fortaleza que experimentamos ante una dificultad.
Tener la disposición para conectarte con otros con empatía en un momento para ser solidario,comprensivo,tolerante,compasivo,tener la capacidad de observar y reconocer los pequeños milagros que se manifiestan en tu vida y en la de los demás y agradecerlos.