Aunque no lo creas cuando ayudas a los demás te ayudas a ti mismo. Una palabra de aliento a una persona que se siente sola o triste, una comida preparada, una sonrisa así como el apoyo económico a una persona necesitada puede cambiar la perspectiva de la vida de cualquier persona.
Una persona generosa de corazón es una persona rica, alegre y feliz.
Cuando ayudas a los otros de forma genuina y sincera, con la pura intensión de dar sin esperar nada a cambio, surge un sentimiento de satisfacción y hasta de encanto que nutre y enriquece inmediatamente. Las capacidades personales se mejoran y la sensibilidad se afina logrando que finalmente todos salgan beneficiados.
Cuando una persona trabaja voluntariamente en una organización y da su tiempo con gusto y dedicación, claro que es una persona ejemplar, con buenos valores y gran sentido de responsabilidad, pero también, aprende, se rodea de personas igualmente influyentes y el también se siente bien consigo mismo por poder haber contribuido y aportado algo.
Siempre que uno da no se queda con menos, al contrario se le multiplica y se enriquece, una regla matemática difícil de explicar. El dar es un acto que carga de energía positiva a las personas además de que trae luz al mundo que vivimos.
¿Cuándo fue la última vez que ayudaste o sorprendiste con un buen detalle a alguien?
LA RECETA
Ayuda a los demás y ayúdate a ti mismo
INGREDIENTES
- 1 taza de iniciativa; entender y actuar antes de que te lo pidan
- 2 racimos de sensibilidad; ver con los ojos de la persona que requiere ayuda
- 1 pieza de creatividad; ingenio para dar con gusto y dignidad
- 2 cucharadas de bondad; condición básica para dar, humildad, gusto y compasión
- 1 manojo de alegría; actitud positiva, con energía que se contagia, satisfacción y agrado
- 1 pizca de amor; cariño y entrega por la vida y por los demas
RECOMENDACIÓN DEL CHEF
Tu puedes hacer la diferencia. No esperes a que te pidan ayuda para extender la mano, o dar palabras de ánimo hasta que veas que es lo único que puedes decir, recuerda que tú tienes el poder y la responsabilidad de hacer la diferencia y de ayudar.
MODO DE PREPARACIÓN
- Ayudar a los demás es ayudarse a sí mismo. Al auxiliar a otros, uno aprende a superar los desafíos propios, inspirando y proporcionando herramientas para que puedan solucionar sus complicaciones. Además, cuando uno vive para servir desarrolla sensibilidad, bondad y sus atenciones son más acertadas.
- Dar y ayudar es la mejor manera de sentir gratitud. Uno es más generoso cuando siente que tiene la posibilidad o la capacidad de hacerlo, por lo que tiende a buscar oportunidades para expresar su gratitud, al hacerlo le afloran simultáneamente mayores sentimientos de agradecimiento y satisfacción.
- Entre más ayudas a los demás, más rico emocionalmente te conviertes; Las posibilidades de dar son ilimitadas cuando se da de corazón y sin esperar nada a cambio. El universo se achica y las oportunidades se multiplican.